El fin de semana pasado (no éste que acaba de terminar) estuvimos en Praga aprovechando que queda relativamente cerca de Cottbus y que el tren hasta Dresden (la mitad del camino) nos sale gratis por ser “estudiantes”. Fuimos el sector ibérico-hispanohablante del máster: cuatro españoles, una mejicana y un portugués.
Llegamos después de cuatro horas de tren… y entonces fue cuando nos dimos cuenta de que efectivamente la República Checa no tiene Euro! Ya lo sabíamos… pero no nos dimos realmente cuenta hasta que tuvimos que pagar las 4200 coronas checas que nos costaba el apartamento en el que nos quedamos. Parece un pastón… pero resulta que 1 € = 25 Coronas Checas, así que echando cuentas nos costó 14 € por persona y noche. Una ganga porque yo creo que por ese precio no puedes encontrar nada igual en casi ningún lado: salón, cocina, dormitorio, baño, todos los utensilios y aparatos de cocina necesarios (cubiertos, platos, tostadora, cafetera, nevera, horno), suelo de parqué, techo a más de 3 m. 100% recomendable, aquí os dejo el link para cuando vayáis a Praga: http://www.miss-sophies.com/es/
En cuanto a la ciudad en sí, pues nos encantó. Dejando aparte el tema de que está absolutamente llena de turistas... es evidente que Praga tiene un encanto especial. Además, tiene el tamaño justo y la escala apropiada para que el peatón se sienta a gusto, con no demasiada presencia de coches, y con un transporte público muy eficaz.
Su plaza principal es bonita, bastante parecida a la de otras ciudades europeas (con sus torres, fachadas hiper-ornamentadas, etc), aunque no tiene nada que hacer contra la plaza del mercado de Bruselas, se siente.
Sin embargo la zona de Mala Strana es increíble. El barrio está asentado sobre una montañita, al otro lado del río respecto al centro de la ciudad, y se llega a él cruzando el famoso Puente de Carlos, abarrotado de gente y de actividad a todas horas. Allí se encuentra uno con un precioso paisaje de torres coronado por el Castillo de los Reyes de Bohemia en lo más alto de la colina, con la Catedral de San Vito en medio de su gran recinto.
El Domingo por la mañana fuimos al barrio Judío, para andar por sus calles y visitar algunas de las sinagogas que hay rapartidas en cada esquina. Y por supuesto entramos en el antiguo cementerio Judío... con más de 100.000 tumbas en un espacio no más grande del que puede ocupar una Iglesia de tamaño medio, tanto es así que llegó un momento en el que tuvieron que comenzar a enterrar los cuerpos uno encima de otro, en hasta 9 niveles superpuestos... Es un sitio muy especial, con un increíble paisaje de lápidas en las que se pudimos leer inscripciones del año 1500 y pico.
Por lo demás, pues todo muy bien. No hizo demasiado frío, no llovió casi nada, y además allí casi todo el mundo habla inglés, por lo que es fácil entenderse. Por si acaso, en el hotel teníamos un mini-diccionario con las palabras esenciales que hay que aprender en checo... fácil fácil:
La semana pasada empezamos el Workshop 1.
Ya hemos terminado el primer mes y medio de módulo de introducción al Máster... lleno de conceptos raros, horarios sorprendentes, ejercicios desconcertantes y presentaciones insólitas.
Desde ahora hasta el 16 de Diciembre vamos a trabajar en un proyecto de "memorial" en la antigua prisión de Cottbus. Fue construida a finales del siglo XIX. A mediados del siglo XX albergó presos del régimen de Hitler, y desde los años cincuenta hasta la caída del muro en 1989, a los presos políticos de la GDR. Después, siguió funcionando como prisión común hasta 2002, año en que fue cerrada definitivamente.
Cuando hablo de GDR (siglas en inglés) me refiero a la República Democrática Alemana... es decir, la Alemania del Este (bajo control soviético) que surgió tras el fin de la 2ª Guerra Mundial. Podéis leer más en http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_Democr%C3%A1tica_Alemana
Actualmente, una asociación de antiguos presos de la GDR ha comprado los terrenos y edificios que conforman la antigua cárcel, y están empezando a convertirla en un "memorial", focalizado lógicamente en los tiempos de la GDR y dejando un poco de lado las demás épocas de la cárcel.
Tienen algún dinero del gobierno, y algunas ideas... poco más. Pero también tienen un plazo para gastar el dinero que les han dado, con lo que ya han empezado las obras de uno de los edificios sin saber muy bien qué van a hacer después.
Entonces el Máster se ha fijado en este asunto para trabajar en un contexto determinado, con una fuerte identidad, con una problemática concreta, y con una carga importante de valores, memoria, etc.
Con el "ejercicio" se nos pide plantear una estrategia de transformación de este emplazamiento singular, que se pueda concretar en una propuesta arquitectónica que desarrollaremos al final, teniendo en cuenta las ideas de la asociación que quiere desarrollar este proyecto.
Para poder situarnos bien en el contexto de la prisión, nos estamos documentando leyendo sobre aquellos tiempos de gobierno comunista, viendo películas sobre el tema, y también hablando con algunos expresos de aquel régimen.
Es terrible. El gobierno de la GDR tenía muy claro el modelo de sociedad que quería, y por tanto, tenía muy claro qué comportamientos o pensamientos debían tener sus ciudadanos, y cuáles no. Por supuesto, los correctos eran los que coincidían con los suyos.
Para garantizar esto, llegaron a tejer una red increíble dentro de la población conformando el "organo de inteligencia" más grande que ha existido en el mundo: la STASI, un entramado de agentes oficiales y secretos que se dedicaban a vigilar a todo aquel que tenían al lado. Tenéis más información en http://es.wikipedia.org/wiki/Stasi
Leer periódicos de Alemania del oeste, decir cualquier palabra en contra de las ideas del gobierno... la menor razón era suficiente para ir a prisión sin saber por qué ni por cuánto tiempo. Por supuesto, intentar abandonar el país para ir al oeste era misión imposible, y garantizaba una estancia de por vida en prisión.
Su especialidad era el maltrato psicológico: destrozar la personalidad del individuo aislándole de todo contacto con su entorno era lo que mejor sabían hacer.
Ayer estuvimos en Bautzen, ciudad donde está la cárcel que más presos políticos de la GDR albergó durante aquella época. Y allí nos reunimos con dos antiguos presos de aquellos tiempos, que nos explicaron cómo era la vida en la prisión y los procedimientos de la STASI. 16 años estuvo en prisión uno de ellos... increíbles sus relatos.
Para entender todo este asunto, es muy recomendable la película "La vida de los otros". La vimos el otro día y es muy buena. Resulta increíble pensar cómo todo eso ha podido pasar aquí donde estoy yo ahora mismo hasta hace solo 20 años.
Hace dos semanas que no escribo en el blog. Perdón a todos mis incondicionales, que se que sois muchos jejeje. Hemos tenido bastante movimiento en los últimos días, pero voy a intentar poner esto al día lo antes posible. Si tuviéramos internet en la residencia todo sería más fácil... cachis!
Bueno, pues hace dos fines de semana fuimos a Dessau, donde está la Bauhaus. A los que estudien o hayan estudiado arquitectura les sonará un poquito... para el resto, pues es uno de los puntos calientes en que se empezó a fraguar el movimiento moderno de la arquitectura, entre los años 20 y 30 del pasado siglo XX.
Podéis ver más en wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_la_Bauhaus
Gropius y compañía se inventaron este nuevo concepto de "escuela" de arquitectura y oficios, donde integrar todas las disciplinas que tienen que ver con el diseño y la fabricación de lo diseñado. Tenían zonas de aulas, estudios, zonas de trabajo para hacer los muebles y máquinas que diseñaban, y también tenían residencia para los estudiantes, etc. En fin, un punto de referencia para los que hemos estudiado arquitectura y estamos metidos en este jaleo.
Después dimos una vuelta por las viviendas que hicieron allí cerca para los profesores de la Bauhaus. Mentira parece que esas casas tengan casi 100 años viendo muchas de las casas que hacemos hoy en día (bueno... o hace 3 ó 4 años, cuando se hacían casas, al menos en España claro). Vale, vale, son muy grandes y a lo mejor tenían mucha libertad para hacer lo que quisieran... pero hombre, algo deberíamos aprender de ellas.
Yo de mayor, cuando tenga pasta, voy a comprarme un bosquecito verde como el de la foto, coger los planos de esta casa y fusilarla tal cual. Vaya, que me gustan mucho.
